Dentro del conjunto arquitectónico de La Alfranca se encuentran los Jardines Históricos. Sin duda, uno de los elementos más bellos y característicos de la finca. Están compuestos por un jardín principal y un jardín íntimo, ambos situados en torno al Palacio de los Marqueses de Ayerbe. Su origen se remonta a épocas de mayor esplendor, cuando esta familia noble aragonesa dinamizó la actividad sociocultural y económica de la finca durante varios siglos.
Estos jardines de corte francés conjugan orden, simetría y profundidad en su diseño, completando la estética y belleza visual de los edificios principales. En origen, la superficie de los jardines era mayor, integrando infraestructuras singulares como una noria estanque y un laberinto vegetal. Un lago y su embarcadero prolongaban estos jardines ya que, desde allí, se accedía a un cenador flotante instalado sobre un ya desaparecido galacho.
Las formas geométricas del jardín principal están modeladas sobre plantas de Pittosporum heterophyllum que aportan un intenso aroma en las épocas de floración. Por otro lado, el jardín íntimo, en la parte posterior del palacio, se extiende en torno a una fuente ornamental fabricada en la fundición zaragozana Averly. Aquí, destaca otra especie ornamental, la Laurus nobilis que forma un seto envolvente de singular belleza.